13.11.09

Diario Patagónico

Hemos arrivado. Casi perdemos la conexión del vuelo entre Bruselas y Roma porque el avión salió 40minutos mas tarde. No se si la gente entiende lo que significa la frase “equipaje de mano”... algo chiquito señora, no el ropero entero!
Corrimos como locos para ir de una puerta a otra y llegamos justo antes de que el embarque empezara...y como una es madre, sube primero. Las ventajas de la maternidad. Las desventajas son las mochilas con galletitas, pañales de emergencia, juguetitos y demases.
Compartimos vuelo con una monja que se banco a Seba que repetía que “no hay lugar Mamá, es muy chiquito, no puedo dormir!”. Asi que ella le sostenía los pies cuando el jeque dormía todo estirado. La próxima, primera clase para el nene... Seba le hablaba como loco -como hace con todo el mundo aca- y la monja me decía “no le entiendo nada, pero que bonito que es!”. La Sra se tomó la libertad de bendecir nuestros alimentos. Le dije que no gastara bendiciones en ESA comida, pero ella contestó que le parecía muy prudente hacerlo sino esa comida nos mataba. Cheee... yo entiendo que estamos abaratando costos...pero eso que me dijeron era una lasagna podría haber sido un tiburón y yo no hubiera dado cuenta. Que pasticho asqueroso.
No se que hormona se me deba haber patinado el miercoles pero por primera vez en mi vida, casi me largo a llorar cuando pise suelo argento. No creo que haya sido patriotismo...me parece que fue miedo! :) Migraciones, aduanas y demases la pasamos assssi de rapido. Nos esperaba el Tio Santi, mi pequeño hermano, y un embotellamiento horroroso en la autopista. El taxista, de esos que saben todo lo que hay que saber en la vida...porque lo vivieron por supuesto, nos mando por Villa Celina, Flores y no se donde mas hasta que llegamos a Palermo. Que lindo Buenos Aires con todos los árboles de ceibo y jacarandá en flor. El olor a jazmines. El tráfico, apabullante, no tan lindo. Nos tomamos unos mates, nos comimos unos sanguchitos de pan lactal con lomito y salimos para aeroparque a tomarnos el último avión que nos dejaría en Bahía Blanca, a 300km de destino final. Ahi nos esperaban mis viejos que no estaban disfrazados de ballena, pero tenían una en el auto.
Mi vieja debe hacer fierros en el gimnasio porque lo alzó al pequeño vástago mio de 20kl y no lo largo. Seba miraba con cara de “Mamá y estos quienes son?” Para cuando vió la ballena en el auto, las galletitas y la leche chocolatada, eramos todos amigos.
Los horas de auto restantes fueron fáciles con mucha charla y mate. Que seco que está todo por aca. Pero que maravilloso atardecer nos vimos desde el auto, con un horizonte limpio, sin construcciones en el medio. Cuanto camión en el camino. Mucho... me extraño porque se supone que la teoría dice que muchos caminiones de transporte de bienes en la ruta, es señal de economía que se moviliza...de eso hay mas, despues.
Cruzamos el puente sobre el río negro y ya estabamos en Viedma. Mi hermano con sus dos hijos nos esperaban. Los dos chicos muertos de ganas por jugar con Seba, pero el holandes estaba totalmente KO. En hora europea era la 1am... Seba estaba en su sueño profundo.
Unas ricas empanadas de carne con un tinto argentino, mas charla... y a la cucha.
Hoy Seba me despertó a las 5am. Me temo que nos va a tomar un tiempito acomodarnos a los horarios nuevos. Pero hay sol... veo al río desde la ventana del living... flores y mas sol. Para nada mal...

Desde la Patagonia
Marianaxx

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